LA COBARDÍA DE LOS POBRES
Me horadaste desde el comienzo de nuestros días,
me he dejado erosionar por tus vendavales y tus tornados.
En la época que fui desierto
añoraba en las lunares noches oscuras y frías
un simple manto de rocío.
He tirado de la soga de nuestra madeja durante años
desangrándome las manos día tras dia,
esperando que me curases a escupitajos...
Pobre desgraciada, idealizadora de oropeles,
que ni tan siquiera brillan al alumbrarles a los ojos.
Me he dicho basta, tirando de mis entrañas desparramadas seguiré hacia delante
que mi vida es mia. Y ni tan siquiera el recuerdo, que alimentas
se merece mi atención.
Ahora cavarás tu propia fosa,
y mi vida, lo sentiré en el alma, como ya lo siento,
pero el dia que quizás tu abras los ojos
y desees tomar las riendas de tu pobre vida
ya no estaré ahi para tenderte mis lágrimas como alfombra,
ahora me has empujado a emprender un camino de embudo
pero hacia la parte más obtusa de mi vida,
aquella de la que tu ya no mereces ni las migajas.
0 pellizcos:
Publicar un comentario