(...)
He visto la oscuridad del amor y la fuerza del deseo transitar por estas calles.
He visto lo insondable del corazón absorto en la soledad de mis delirios.

Mordí el corazón de un pájaro...

Pero mi alma mira. Mira hacia delante.
Se busca a si misma.

Hoy con Laoda y mañana en otros ojos.

La magia de la vida es el encuentro.

El encuentro nos mueve. Nos posiciona...nos acerca.

Quisiera hablar con este hombre.
De nuestras gargantas vibran letras sin nombre.
La mirada traduce.
Lo que más le vale es reírse.
Su sonrisa invita.
La complicidad de sus ojos hermana.

El alma de la fotografía es el encuentro.

(...)

Bailar con dragones de color dorado...

(...)

A. G. Alix , De donde no se vuelve (estracto)

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