SENTIMIENTOS DE LO INMENSO DE COLORES, EN EL PECHO

rodeada del bullicio de sus almas perpetradas
caí presa del sentido de las masas empalmadas
con la sombra de un arcángel sin herencia de los cielos
que a mi pecho maltratado daba besos, daba fuego.

me dí cuenta de los posos en mis hombros
que arrimaban a los vientos provenientes del desierto,
recogiendo infantilezas, levantando los escombros,
alaridos bendecidos por tu esmalte siempre cierto

supe amargo el amarillo de un deseo
que con masas de aire cálido llenaba lacrimales
sigiloso magullante me abrazaba con firmeza
y exprimia los recuerdos de las noches de verano

me di cuenta de que estaba en mis manos,
que era mio, me bastaba con mirarme
siempre con los ojos muy cerrados
dando vida, era amor, solo mio, mi regalo

amor con carta blanca, en los ojos del esclavo
de la vida, de los sueños...
aguardabas en la acera de mi craneo
y me moría por pasarte mis dos dedos por los labios

que a pellizcos desataste las correas autoimpuestas
y con brazos en el aire sobrevuelo sus cabezas
y me mojo muy adentro con tu hilo en la garganta
que recavas en las cuevas de mi caja acorazada

gracias siempre por decirme sin palabras
lo que siento cuando cierro y en las fosas veo el cielo
dejo el lastre en el armario
y de un salto me pellizcan en las yemas los milagros